OCDE: Costa Rica debe fortalecer energía eólica y geotérmica para garantizar estabilidad eléctrica Generación

12/03/2025

Costa Rica

OCDE
indicó que la expansión de la energía hidroeléctrica enfrenta limitaciones
debido a que fuentes se encuentran en áreas protegidas y en territorios
indígenas.

Costa Rica
debe expandir y diversificar sus fuentes de energía renovable para garantizar
la seguridad energética y reducir su dependencia de combustibles importados,
según el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) sobre la situación de la economía costarricense.

La
organización destacó la necesidad de fortalecer la energía eólica y geotérmica,
dado que el cambio climático está afectando la generación hidroeléctrica,
principal fuente del país.

El estudio
señala que la electrificación del transporte cuadruplicará la demanda eléctrica
para 2050. Sin embargo, señalaron que la expansión de la energía hidroeléctrica
enfrenta limitaciones debido a que la ubicación de las fuentes se encuentra en
áreas protegidas y en territorios indígenas.

“Al mismo
tiempo, el cambio climático, en particular las estaciones secas prolongadas, ya
interrumpe la producción de energía hidroeléctrica, lo cual causa escasez de
electricidad y un aumento reciente en la generación de electricidad a partir
del petróleo".

En ese
contexto, OCDE considera que expandir y diversificar las energías renovables es
crucial para fortalecer la seguridad energética en el país. Esto ayudará a
reducir la dependencia de los combustibles importados y a garantizar un
suministro de energía estable y resistente frente a los crecientes riesgos
climáticos.

Actualmente,
Costa Rica obtiene cerca del 70% de su electricidad de fuentes hidroeléctricas
y un 30% de otras renovables, como la eólica y geotérmica. Las energías
renovables constituyen cerca de la mitad del suministro total de energía, las
cuales superan al promedio de la OCDE. El petróleo, por su parte, representa el
51% de la matriz energética de Costa Rica y se utiliza principalmente para el
transporte.

El
documento indica que, si bien el objetivo general del Plan Nacional de
Descarbonización es mantener una generación de electricidad casi 100%
renovable, Costa Rica no tiene actualmente objetivos explícitos que
especifiquen la contribución de cada fuente renovable en su matriz eléctrica
general.

La OCDE
recordó que el país cuenta con un potencial eólico estimado en 3.800 MW, muy
por encima de los 450 MW instalados en la actualidad. Varios proyectos que se
pondrán en marcha en 2025 y 2026 aportarán 412 MW adicionales de capacidad
procedente de fuentes solares, eólicas y de biomasa.

“Las
características geológicas del país, marcadas por numerosos volcanes y puntos
calientes geotérmicos, lo hacen muy adecuado para un mayor aprovechamiento de
la energía geotérmica".

Reformas

El informe
sugiere reformar la planificación y regulación del sector eléctrico para
facilitar la transición. Actualmente, el Instituto Costarricense de
Electricidad (ICE) es el principal operador del sistema eléctrico y controla la
mayoría de la generación. Al respecto, la OCDE recomienda transferir la
planificación energética a un organismo independiente para evitar conflictos de
interés y mejorar la respuesta ante nuevos desafíos.

Asimismo,
sugiere abrir el mercado eléctrico a mayor participación privada y extranjera.
Actualmente, las empresas privadas solo pueden generar el 30% de la
electricidad y deben venderla exclusivamente al ICE. El informe recomienda
eliminar estas restricciones para fomentar la competencia, reducir costos y
estimular la innovación.

“La
apertura del mercado eléctrico estimularía la inversión y contribuiría a la
expansión y diversificación de las energías renovables".

La OCDE
destacó que en la Asamblea Legislativa se encuentra el proyecto de apertura del
mercado eléctrico. Sobre dicha iniciativa señalaron que "parece estar bien
alineada con algunas de las recomendaciones de anteriores Estudios Económicos
de la OCDE".

La
organización añadió que en Costa Rica, la oposición pública a la expansión de
las energías renovables es relativamente baja en comparación con otros países.
Esto explican que se debe, en parte, a que el 80% de la población reside en la
Gran Área Metropolitana, lo que minimiza el impacto directo de los proyectos en
comunidades locales.

La
institución recomienda una mayor participación de las comunidades afectadas en
las primeras etapas de planificación y toma de decisiones de proyectos de este
tipo. Además, garantizar la mitigación de posibles daños a los ecosistemas y la
biodiversidad podría fortalecer la confianza pública y reducir aún más la
resistencia a estos proyectos.

El
crecimiento sostenido de la demanda eléctrica impone el reto de modernizar y
expandir la red eléctrica del país. Para ello, el gobierno podría priorizar el
financiamiento de infraestructura y fomentar la inversión privada en mejoras
clave, como la ampliación de la capacidad de la red, el refuerzo de líneas
eléctricas y la optimización de subestaciones. Asimismo, señala que el
desarrollo de tecnologías de almacenamiento, como baterías o hidroeléctricas de
bombeo, será esencial para gestionar eficientemente las fuentes renovables
intermitentes, como la eólica y la solar.

El informe
también advierte sobre la necesidad de modernizar la red eléctrica para
integrar fuentes variables como la solar y eólica. También sugiere incentivar
tecnologías de almacenamiento de energía y redes inteligentes para optimizar el
uso de la electricidad. Además, puntualizó en la importancia de reducir la
tarifa de respaldo impuesta a usuarios de paneles solares, la cual desincentiva
su adopción.

“Reducir la
tasa haría que la energía renovable fuera más asequible para los consumidores y
fomentaría un uso más generalizado de la energía solar, incluso en el sector de
la agroindustria". (Delfino – Costa Rica)