En enero, el aporte de la energía térmica sólo fue del 0.24% y en
febrero representó el 0.68%. Este porcentaje ha ido disminuyendo año con año.
El gas natural, que es un recurso de transición, y el aporte de la biomasa en
época de zafra, han disminuido la compra de petróleo para producir energía en
el país.
El Salvador
cada vez depende menos del combustible fósil para generar su energía. Según los
datos mensuales de la Unidad de Transacciones (UT), la generación de energía
térmica, que se produce con los derivados del petróleo, pasó de una
participación de 16.50% en 2020 a tan solo 5.53% al cierre de 2024.
Y en lo que
va de 2025, su aporte a la generación mensual ni siquiera ha superado el 1%.
En enero,
su generación sólo representó el 0.24% de la energía total y en febrero, aportó
el 0.68%, siendo los valores más bajos que ha tenido desde el año pasado.
El uso de
combustibles fósiles sólo aumentó en 2023, cuando según los datos anuales, la
energía térmica aportó el 42.18% de la generación total. Esto debido a que
entre mayo y agosto de ese año se redujo la generación hídrica, no sólo en el
país, sino también en la región y fue El Salvador quien apoyó con exportaciones
la demanda de energía de los países con baja generación de energía.
Esto llevó
al país a aumentar su generación térmica para suplir tanto su demanda local
como la que tenía el resto de países.
Según datos
de la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas, a enero de este año
las empresas generadoras de energía habían acumulado un consumo de 41,041.00
galones de aceite combustible No. 6, (Búnker C) y 19,952.00 galones de diésel
bajo en azufre.
En 2024, el
consumo de Búnker C fue de 16.8 millones de galones mientras que el de diésel
fue de 152,778.00 galones.
Pero ¿qué
ha permitido que el país reduzca este recurso?
Una de las
principales razones por las que el país ha reducido su dependencia del búnker
es el inicio de operaciones de la planta de gas natural Energía del Pacífico
(EDP).
José
Sarmiento, vicepresidente y gerente de país de Energía del Pacífico, aseguró
que la incorporación del gas natural como recurso para la energía ha permitido
al país un ahorro de $500 millones, que antes se destinaban a la compra de
combustible para generar energía.
Aunque este
sigue siendo un recurso derivado del petróleo, es el menos contaminante y se ha
llegado a considerar un recurso de transición ejemplo para otros países que
están en el proceso de transición energética. En la región, Guatemala aún tiene
un 35% de generación térmica, en la que combina tanto búnker como carbón, según
la matriz energética que reporta la Comisión Nacional de Energía Eléctrica
(CNEE)
En
Honduras, el Centro Nacional de Despacho (CND) informó que en febrero, el
38.90% de la energía generada provenía de fuentes fósiles.
Costa Rica
es, desde hace muchos años es el país más verde de la región, pero debido a las
épocas de sequía en las que sus embalses se han reducido al mínimo, ha tenido
que encender de nuevo los motores térmicos para generar energía.
Según datos
de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), en 2024 el 14%
de la electricidad utilizada en Costa Rica provino de fuentes térmicas debido a
que su generación hídrica se vio disminuida por la época seca.
La
reducción de la energía térmica también está relacionada a la incorporación de
la energía con biomasa que aporta el sector cañero durante la zafra durante los
primeros meses de 2025.
Según los
datos de la UT, la participación de esta energía renovable (se usa el bagazo de
la caña) aportó el 17.52% de la energía generada en febrero.
Este
porcentaje se mantiene así hasta mediados de mayo, cuando la zafra termina su
periodo, que luego vuelve a retomar en noviembre.
Además, el
país ha incorporado desde hace varios años otras fuentes de energía como por
ejemplo, la solar, que ha tomado fuerza desde hace unos 15 años y que ahora
aporta más del 8% de energía a la generación total.
También se
han incorporado la fuente eólica, que en febrero dio un 3.20% a la generación.
La generación hídrica y la geotérmica han aportaron 15.75% y 19.66%
respectivamente.
Precios
Depender
menos de los combustibles ha permitido una reducción en el precio de la
generación de energía.
A febrero,
el precio del megavatio hora (MWh) fue de $94.57, un valor menor a los $102.71
por MWh de febrero de 2024.
Los precios
de la energía eléctrica están estrechamente vinculados a los precios de los
combustibles.
Según un
informe de planeamiento operativo para 2025-2026 elaborado por el Ente Operador
Regional, se espera que los precios del combustible experimenten una tendencia
a la baja entre mediados de 2025 y finales de 2026, lo que podría mejorar aún
más los precios, si se utilizara este recurso para la generación térmica.
No
obstante, las proyecciones de inversión en El Salvador apuntan a una mayor
inversión en recursos naturales.
De ocho
proyectos de expansión de generación prevista para 2025 y 2026, la totalidad
son proyectos renovables, tanto en geotermia como en proyectos solares. (La Prensa
Gráfica – El Salvador)