Estos cinco proyectos cuentan, de un modo aún
provisional, con ayudas por 10 millones de euros
El
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha
publicado la relación de los cinco proyectos evaluados favorablemente en el
marco de la convocatoria de acceso al banco de pruebas regulatorio para el
fomento de la investigación y la innovación en el sector eléctrico. Esta
iniciativa, la primera de sus características en España, representa un paso
hacia delante en la flexibilización del sistema eléctrico para adaptarlo a las
nuevas necesidades del sector. Estos cinco proyectos cuentan, de un modo aún
provisional, con ayudas por 10 millones de euros, según recoge la resolución de
la convocatoria para nuevos modelos de negocio, que puede consultarse aquí.
El banco de
pruebas regulatorio –o sandbox– permite establecer un entorno controlado para
proyectos piloto innovadores que requieran aplicar exenciones de la regulación
sectorial para su desarrollo, con el objetivo final de dar lugar a una
innovación regulatoria.
El sandbox
se ha realizado gracias a un estrecho contacto entre los organismos reguladores
para garantizar un encaje ordenado en el sistema y sin riesgos para su
seguridad. Asimismo, los proyectos que han recibido evaluación previa favorable
deberán suscribir un protocolo de pruebas con la Secretaría de Estado de
Energía, y en la mayoría de los casos también con la Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia, dada la naturaleza de las exenciones.
Los 5
proyectos:
Soluciones de flexibilidad en redes de
distribución (S2F), de una agrupación de 10 distribuidores, OMIE, Universidad
de Comillas, CIDE, ASEME y AELEC. El proyecto propone casos de uso con mercados
locales de flexibilidad y capacidad de acceso flexible.
Almacenamiento ciudadano, de EDP Clientes
SA. El proyecto pretende demostrar que se puede compatibilizar el
funcionamiento de una batería BTM que gestione la curva de demanda del cliente
con el vertido de excedentes a la red, asimilándolo a una instalación de
autoconsumo, como primer paso para gestionar esos excedentes de forma agregada.
I-flex, de IGNIS Energía SA. El proyecto
propone crear los incentivos adecuados que permitan la flexibilización de la
demanda, almacenamiento y generación renovable, y eliminar las barreras
regulatorias para la participación en los mercados de balance.
Flexability, de una agrupación formada por
Francisco Espinosa y asociados Servicios de Gestión de Energía, Galp Energia
España, Ferrovial Construcción, Indra, OMIE, ETECNIC Movilidad Eléctrica,
Norvento y Green Eagle Solutions. El proyecto consiste en realizar pruebas para
ayudar a definir el modelo de negocio del agregador independiente en los
mercados de energía y en los nuevos mercados locales de flexibilidad.
Energía del Prat: almacenamiento compartido
distribuido, de Comunità Energía del Prat SL, Olivoenergy Consulting SL, Bamboo
Energy Platform SL, IREC y OMIE. Consiste en el despliegue de recursos
energéticos distribuidos de almacenamiento compartido a nivel local a través de
baterías y gestionado por una comunidad energética.
La
flexibilización del sistema eléctrico y los nuevos modelos de negocio
Al mismo
tiempo, cuatro de estos cinco proyectos piloto están dentro de la propuesta de
resolución definitiva de la primera convocatoria de ayudas para nuevos modelos
de negocio en la transición energética dentro del Plan de Recuperación,
Transformación y Resiliencia (PRTR), publicada en la sede electrónica del
Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), organismo
adscrito al Miteco.
La
propuesta de resolución propone la adjudicación de 103 millones para los 98
proyectos seleccionados, entre los que se encuentran cuatro de los cinco
proyectos incluidos en el sandbox, que recibirán un apoyo financiero de 10
millones.
La
convocatoria de nuevos modelos de negocio se articula a través de tres líneas
de actuación diferentes denominadas “Innovación en la transición energética”
(17,5 millones para 22 proyectos), “Descarbonización del sector energético y la
mejora de la integración de energías renovables” (37 proyectos y 57,8 millones)
y “Startups para la transición energética” (39 proyectos y 27,7 millones).
Además de
los cuatro proyectos de innovación regulatoria, entre las actuaciones
propuestas para financiación, hay proyectos de productos y servicios
innovadores que proporcionarán flexibilidad al sistema energético, de
transformación, innovación y digitalización del sistema y de refuerzo de la
cadena de valor del almacenamiento energético. De este modo, la tipología de
los proyectos propuestos es muy diversa y en ella se incluyen proyectos de
gestión de islas energéticas, gestión de la demanda, agregadores, creación y
gestión de comunidades de energía y proyectos de desarrollo de nuevas
tecnologías de almacenamiento.
Esta
apuesta por la innovación, y en particular por un perfil de startups, está
alineada con documentos estratégicos recientemente publicados por la Comisión
Europea, como el Competitiveness Compass o el Clean Industrial Deal.
Retos de la
transición
Los
proyectos que hoy reciben luz verde abordan puntos cruciales para seguir
avanzando en la transición energética. De este modo, comprenden soluciones para
flexibilizar las redes distribución en los mercados locales; el uso de
almacenamiento para gestionar excedentes de energía; la flexibilización de la
demanda, el almacenamiento y la generación renovables; eliminar barreras
regulatorias para participar en los mercados de balance; definir el modelo de
agregador independiente en los mercados energéticos o desplegar recursos
energéticos de almacenamiento compartido a nivel local mediante una comunidad
energética.
La
localización de los proyectos que participan en esta convocatoria se extiende
por toda la geografía española. En concreto, se desarrollarán en numerosas
localidades de Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha,
Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra, y
País Vasco. La duración máxima de la participación en el banco de pruebas será
de dos años.
Esta
iniciativa contribuirá a lograr un modelo energético más distribuido, flexible
y multidireccional, en el que la participación ciudadana, los agregadores
energéticos, la gestión de la demanda, la digitalización o el almacenamiento
energético sean factores clave para resolver los retos de la transición
energética. En este contexto, las soluciones innovadoras que impulsa el
programa serán determinantes para integrar grandes cantidades de generación
renovable, lo que reforzará nuestra autonomía estratégica y la posición del
liderazgo de España en las energías limpias. (El
Periódico de la Energía – España)