Cuatro factores impulsaron el crecimiento récord del consumo y de la demanda de energía en el 2024 Generación, Gestión

24/02/2025

Guatemala

El consumo de energía registró alto crecimiento el año pasado, mientras
que el país enfrentaba una sequía que provocó una baja en la generación
hidroeléctrica y más demanda de combustibles derivados del petróleo y carbón.
También, tuvo un efecto en los precios.

El consumo
de energía eléctrica tuvo en el 2024 un comportamiento diferente a otros años
con demandas récord, principalmente en el primer semestre, influido por varios
factores como las olas de calor y crecimiento de la economía.

Al cierre
del año el consumo creció 6.76% en el 2024, llegando a 13 mil 397.08 Gigavatios
hora (GWh) que es el total de energía que demandó el Sistema Nacional
Interconectado (SNI).

En tanto
la demanda de potencia (demanda máxima en un momento específico) registró un
récord llegando a 2 mil 121.8 Megavatios (MW) en mayo del 2024, que representa
un aumento de 7.70%, respecto al máximo del año anterior.

Jorge
Álvarez, gerente del AMM, explicó que históricamente el país traía un
crecimiento promedio anual de 3% a 3.5%. Aspecto que se observa en las
estadísticas del 2011 al 2019, con crecimientos que iban desde 2.10% hasta
5.73%.

Sin
embargo, a partir del primer año de la pandemia del covid-19 el comportamiento
ha sido más variable. En el 2020 decreció en -0.83%; con una alta recuperación
en el 2021 con crecimiento de 8.21%, derivado de que se retomaron muchas
actividades productivas y el crecimiento económico.

En tanto
en el 2022, creció 2.39%, y en el 2023, 6.11%.

El
crecimiento de consumo y demanda durante el 2024, con respecto al 2023, se
observó principalmente en la primera parte del año, entre enero y junio. Por
ejemplo, la generación de energía llegó a crecer 27.1% en abril, mientras que
en febrero y marzo se registró en 17.7% y 20.2%, respectivamente.

Posteriormente,
el ritmo de crecimiento empezó a disminuir, y a partir de agosto a diciembre la
generación mantuvo bajas de entre -3% a -7.8%.

Esto
excepto en octubre del 2024, en que subió 7.3%, en este caso podría reflejarse
una recuperación respecto a la demanda experimentada en el mismo mes del 2023
cuando se observaron varios días de bloqueos y suspensión de actividades por
manifestaciones reclamando reconocer los resultados de las elecciones generales
llevadas a cabo ese año.

Al final,
la generación de electricidad quedó en un balance al cierre del año con un
crecimiento de 7.32%, lo cual también fue más alto que otros años, llegando a
13 mil 117.4 GWh.

Entre los
factores que impulsaron el crecimiento del consumo y de la demanda el ejecutivo
del AMMA mencionó al menos cuatro: las altas temperaturas climáticas o las olas
de calor que se experimentaban desde el 2023 y afectaron el primer semestre del
2024 que derivó en más uso de ventiladores, aires acondicionados para hogares y
oficinas, además que maquinaria industrial o equipo también demandó más uso de
los equipos de enfriamiento para operar.

Además, el
país ha estado cambiando y ahora existen más edificios de apartamentos y
oficinas, y donde se tiende a requerir más aire acondicionado.

El otro
factor es el buen ritmo de crecimiento que ha registrado economía y sus
diferentes actividades productivas.

También,
Álvarez mencionó que está lo que se denomina “el fenómeno de las pantallas”,
porque ahora en muchos lugares en lugar de rótulos tradicionales usan pantallas
con información, menús, publicidad, incluso en vallas publicitarias.

Se declaró
emergencia en el 2024

El sector
de electricidad se declaró en emergencia en marzo del 2024, por varios meses,
derivado de la falta de lluvia y el aumento récord de la demanda de
electricidad. Álvarez comentó, en esa oportunidad, que derivado del fenómeno de
El Niño hubo menos lluvia de lo usual desde el año 2023 por lo que en los
primeros meses los caudales estuvieron más reducidos respecto a otros años, con
lo cual bajó la generación hidroeléctrica.

Del total
de electricidad generada de 13 mil 117.4 GWh, la mayoría se cubrieron con
hidroeléctricas llegando a 5 mil 334.1 GWh, sin embargo, la cifra representó
una baja de -4.30% respecto del 2023, el aporte de la biomasa (generada por los
ingenios azucareros) se mantuvo estable con 1 mil 636.5.

Mientras
que los recursos térmicos reportaron aumentos crecimientos considerables, estos
debieron ser convocados con más aporte ante la baja en los niveles de agua para
las hidroeléctricas. La generación con carbón creció 16.70% y representó el
segundo recurso que más aportó con 2 mil 581.4 GWh, además en los derivados del
petróleo, el coque de petróleo creció 32.3% llegando a 1 mil 656.3 GWh y el
búnker con 866.88 GWh creció 53.2%.

Tanto
Álvarez como Luis Ortiz, presidente de la Comisión Nacional de Energía
Eléctrica (CNEE) coincidieron en que la etapa crítica se logró solventar en el
país sin necesidad de llegar a racionamientos.

Sin
embargo, se debió convocar más generación térmica y recortar por varias semanas
las exportaciones a Centroamérica, manteniendo la priorización de la demanda
nacional dependiendo de la disponibilidad que se tenía de energía en el país.

La
importación no creció, ya que México también limitó sus exportaciones ante la
sequía que también estaban experimentando. El país puede exportar un máximo de
240 MW pero por varias semanas solo pudo importar 120 MW porque es un contrato
firme que una empresa tiene desde el extranjero.

Las
exportaciones cerraron el año en 969.5 GWh, una caída de -3.6% respecto del
2023, en tanto las importaciones fueron de 1 mil 793.9 GWh, una baja de -4.1%.

“Comparado
con otros países que tuvieron que racionar la energía, nos fue bastante bien.
Si bien es cierto, tuvimos que cortar exportaciones y en algún momento hubo
nerviosismo de que, si íbamos a poder pasar o no la demanda, pero nunca
llegamos a un racionamiento como tal de la demanda de Guatemala”, dijo Álvarez
al explicar que con base al acuerdo de emergencia se podría requerir a los
generadores que se aprovisionaran de los combustibles necesarios.

Los que
compensaron la caída de la generación de las hidroeléctricas fue la generación
térmica con carbón, bunker y coque de petróleo, pero hay un fenómeno
interesante ya que en el primer semestre fue escasa la generación
hidroeléctrica, pero en el segundo semestre se compensó, y al final en el año
completo la caída fue de apenas de-4.3%.

Para el
2025 se prevé un mejor comportamiento de la generación hidroeléctrica ya que el
invierno del 2024 fue más copioso por lo que los caudales han estado más altos.

Recientemente
el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), indicó que
los largos períodos de sequía en el 2023 e inicios del 2024, generaron estrés
hídrico y estrés térmico por las altas temperaturas, que afectaron el
desarrollo de las plantas y las cosechas, y el nivel de los caudales de los
ríos, sin embargo, para el 2025 las condiciones son mejores.

Aunque se
preveía el Fenómeno de la Niña entrara en julio o agosto del 2024, su ingreso
fue tardío hasta diciembre, pero el comportamiento de la lluvia ayudó a tener
en la actualidad caudales de ríos más altos, mejorando las condiciones, según
esa entidad. Se agregó que el fenómeno de la niña será corto, ya que inició en
diciembre del 2024, se refleja con algunas lluvias y frentes fríos, y se prevé
que finalice en marzo del 2025. Luego entra un plazo neutro y se prevé que la
lluvia inicie entre abril y mayo próximos.

Estabilidad
en los precios

En la
electricidad se manejan diversos precios, entre ellos las tarifas reguladas
social y no social, y los precios del mercado spot o mercado sin contrato.

Ortiz ha
explicado en recientemente que los precios para los hogares y otros usuarios de
las distribuidoras se han mantenido estables ya que dichas distribuidoras
cuentan con contratos de mediano largo plazo en donde están establecidos los
precios.

La CNEE
decidió mantener estables las tarifas de electricidad ese año.

Al cierre
del 2024 la tarifa no social (segmento que incluye los consumos de 300
kilovatios hora (kWh) que es el 6% de usuarios del país) estuvieron en Q1.46 el
kWh para los usuarios de Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA),
mientras que para la Distribuidora de Electricidad de Occidente (Deocsa) y la
Distribuidora de Electricidad de Oriente (Deorsa) quedaron en Q2.24 y Q2.13,
respectivamente. En este caso los precios son menores entre un centavo, nueve
centavos y siete centavos de quetzal, respectivamente, comparado con el cierre
del 2023.

La Tarifa
Social, cerró el año 2024 en Q1.37 por kWh para EEGSA y en Deocsa y Deorsa en
Q2.11 y Q2.04 por kWh respectivamente. Los precios son menores en entre un
centavo y nueve centavos de quetzal, con respecto a los vigentes en diciembre
del 2023.

Este
segmento está conformado por alrededor del 94% de los usuarios del país, unas
3.6 millones de familias según datos de la CNEE. Dentro de este grupo, a los
usuarios con menores consumos se le aplica un subsidio extraordinario por medio
del Inde, para que paguen menos de ese monto.

En el caso
del spot que se refiere al mercado de compra y venta sin contrato, Álvarez
explicó que es es un indicador de mercado mayorista que no necesariamente va a
tener que ver con la tarifa de los distribuidores. Esto se debe a que los
distribuidores por requerimiento de la ley deben tener contratos para
garantizar el suministro y los precios tienen estabilidad mientras el contrato
está vigente.

El precio
spot normalmente no afecta a las compras por contrato y por eso es que las
distribuidoras durante períodos largos logran mantener una estabilidad
importante en la tarifa, agregó.

En cambio,
el spot o compras-venta sin contrato es más volátil, ya que si se es gran
usuario y se compra en este mercado, se tendría una oscilación de precio. En el
2024, por ejemplo, en mayo el precio de dicho mercado llegó en promedio a
US$214 por MW, un incremento de US$57.52 o 26.8% respecto del mismo mes del
2023.

Durante
seis meses del 2024 los precios spot estuvieron más altos que en el año
anterior a ese, y al cierre, en promedio quedó en US$116.46, es decir 9.7% más. (Prensa
Libre – Guatemala)