Ortega, Ernesto
ORSEP
La seguridad de Presas es relativamente nueva. Nació poco después de mediados del siglo pasado como una necesidad de profundizar el conocimiento en estas obras que tan beneficiosas resultan para la Humanidad pero que, sin el mantenimiento adecuado, son capaces de niveles de destrucción que pueden llegar a ser aterradores.
A pesar de su corta existencia la Seguridad de Presas ha mutado desde ser una disciplina reservada para ingenieros, hasta una filosofía que integra aspectos de alta tecnología, factores ambientales, consideraciones económicas y sociales y una creciente participación en la gestión de emergencias. En su origen la ingeniería de presas se integró nada más que con consideraciones estructurales, criterios de diseño específicos, cuestiones constructivas y operativas, es decir, despreocupadas de los factores humanos que se afectaban y que, en definitiva, son el objeto y razón de ser de las obras del Hombre.
¿Qué factores están produciendo su metamorfosis? ¿En qué se manifiesta lentamente el cambio?
¿Cómo afectan estos parámetros la operación de nuestras obras? ¿Qué recaudos debemos asumir para asimilarlos y mantener la continuidad de la industria?
Mientras que en los ’80, la incorporación del análisis de las afectaciones ambientales fue uno de los aspectos que más colaboró en la desaceleración del ritmo de la construcción y puesta en servicio de los aprovechamientos hidroeléctricos, hoy debemos prestar cada vez mayor atención a la cuestión social, a los temores y reservas que genera la implantación de una presa y a la gestión de las emergencias en las que ellas se involucran.
Sería conveniente y prudente enfatizar y fortalecer la capacidad del sector para reaccionar a las cada vez mayores demandas de la sociedad y encontrar los mecanismos para contrarrestarlos.
Este trabajo pretende dar o insinuar algunas respuestas a las preguntas planteadas.